
El conjunto caballo-jinete es de impecable pulcritud. El emperador Constantino —atuendo militar, manto grana, coronado de laurel— dirige su cetro hacia la bandeja colmada de frutos y flores, símbolo de la abundancia con la que es bendecido el reinado de un monarca justo. La bandeja es ofrecida por una doncella; dos personajes completan la escena, la dama alza un ramo de flores. El fondo, surcado de grandes fustes, evoca una opulenta arquitectura de traza indeterminada.
El conjunto caballo-jinete es de impecable pulcritud. El emperador Constantino —atuendo militar, manto grana, coronado de laurel— dirige su cetro hacia la bandeja colmada de frutos y flores, símbolo de la abundancia con la que es bendecido el reinado de un monarca justo. La bandeja es ofrecida por una doncella; dos personajes completan la escena, la dama alza un ramo de flores. El fondo, surcado de grandes fustes, evoca una opulenta arquitectura de traza indeterminada.