Pinturas

La Catedral de Granada dispone de un rico patrimonio pictórico. Está distribuido en la capilla mayor y en el hastial de poniente, en las capillas y en los altares perimetrales, en dependencias varias del templo (antesacristía, sacristía, oratorio, sala capitular). Completan este gran acervo artístico las cuatro pinturas marianas expuestas en el museo catedralicio.

PINTURAS EN LA CATEDRAL

La pintura más antigua conservada en el templo es el cuadro de la Virgen del Pópolo, que algunos llaman Virgen de los perdones, regalo del papa Inocencio VIII (1432-1492) a la reina Isabel. Tras este óleo sobre tabla, variadas e interesantes muestras pictóricas de escuelas, países y pintores: pintura hispano-flamenca, pintura flamenca, pintura italiana del XVI-XVII y pintura española del XVI al XVIII.

Pintura flamenca

Hay obras de dos pintores representantes de la pintura flamenca: El Maestro de la Leyenda de la Magdalena (siglo XVI) y Guillermo van Herp (siglo XVII); éste tiene un cobre expuesto en la sacristía donde está representada La entrada de Jesús en Jerusalén.
El Maestro de la Leyenda de la Magdalena (activo en Bruselas en la primera mitad del XVI y que algunos identifican con Bernaert van der Stockt cuya actividad fue especialmente intensa entre 1510 y 1520) tiene en la Catedral una Virgen con el niño. Esta pequeña tabla, de finísima ejecución, está embutida en un relicario del siglo XVIII conservado en la sala capitular.

Pintura italiana del XVI y XVII

Hay obras de Il Bassano (h. 1517-1591), Il Sassoferrato(1609-1685), Pacceco de Rosa, Círculo de Giovanni Lanfranco (1582-1647), Carlo Maratta o Maratti (1625-1713).

Pintura española del XVI al XVIII

Entre los pintores españoles con obra en la Catedral cabe citar —a caballo entre los siglos XVI-XVII— a J. Sánchez Cotán (1560-1627), F. Pacheco (1564-1644) y los Raxis, padre (†1626) e hijo (1599-1640). Del XVII, el hermano Adriano (fl. 1620); F. Alonso Argüello (fl. 1649); A. Cano; sus seguidores: Pedro A. Bocanegra (1638-1689) y Juan de Sevilla (1643-1695); P. de Moya (†1674); los hermanos Cieza (José, 1656-1692; Vicente, †1701). Entre los siglos XVII y XVIII sobresalen J. Risueño (1665-1732) y D. Martínez (fl. siglo XVIII).

PINTURAS EN EL MUSEO

Y en esta sucinta relación las copias y anónimos que contribuyen a enriquecer este secular patrimonio pictórico. En el museo catedralicio están expuestas un total de cuatro pinturas todas ellas de tema mariano. Tras detenernos brevemente en ellas, cerraremos este apartado con tres pinturas conservadas en otros lugares catedralicios.

Virgen con el Niño (¿da Vinci?, ¿Boltraffio?, ¿pintor flamenco?)

La más antigua de las pinturas expuestas en el museo catedralicio es un cuadro al óleo de la Virgen con el Niño. Se encuentra en pésimo estado de conservación y ha soportado numerosos repintes. Ha sido atribuida a Leonardo da Vinci (1452-1519), a un discípulo suyo, Boltraffio (1467-1516), y, dado el carácter detallista y minucioso de algunos de sus elementos, a algún pintor flamenco.
María mira atentamente a Jesús, desnudo, a quien sostiene con gran delicadeza en su brazo izquierdo y su mano derecha pronta a proteger. La composición sobre un fondo campestre coronado por el cielo.

Virgen con el Niño dormido (G. Battista Salvi, Il Sassoferrato)

Esta pintura al óleo es obra del pintor italiano Giovanni Battista Salvi (1609-1685), discípulo de Dominichino; Salvi es conocido como Il Sassoferrato por ser éste el nombre de su lugar de nacimiento. Es una obra de muy fina calidad; atrae por su ambiente íntimo y recogido, por su sosiego acogedor, por la ternura que trasluce.
María sostiene a Jesús dormido, sentado sobre su regazo. Viste la madre tocado crema, amplios pliegues en manto azul y túnica roja blancas. Jesús —lrebosante de placidez— reposa su cabeza entre el rostro y el pecho de su madre.

Inmaculada Concepción de María (Juan Sánchez Cotán)

Esta pintura al óleo —realizada entre 1615 y 1620— es obra del pintor español Juan Sánchez Cotán (1560-1627) quien, en 1604, profesó en la Cartuja de Granada; destacan en su producción pictórica los bodegones y los lienzos de asunto religioso. La pintura —muy ajustada a un esquema simétrico— está coronada por la blanca paloma del Espíritu santo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra (Lc 1,35). Un fondo luminoso rodea a María, aureolada, la luna a sus pies evocando el conocido texto del Apocalipsis: Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza (12,1).
Aparece María revestida con manto azul y túnica blanca de amplias bocamangas. En torno a la imagen de María una declaración de sus bondades a través de diversos símbolos marianos algunos de ellos tomados de las letanías lauretanas. En la parte inferior del cuadro están pintados dos grandes ramos, uno de lirios morados, otro de azucenas; entre ellos, la fuente, cuatro rosas, el pozo, el ciprés, el huerto. A ambos lados y hacia la parte superior del cuadro, el sol, la luna, una estrella.

Virgen de la leche (Francisco Pacheco)

Es una pequeña pintura sobre cobre realizada por el pintor español Francisco Pacheco (1564-1644), maestro de Velázquez y de Alonso Cano y autor de Arte de pintura, impreso en 1649.
El mismo Pacheco informa sobre su autoría y fecha. En la esquina inferior izquierda en una pequeña cartela blanca se lee: F.PACHECVS EXPIN / XIT. A+D.M.D.XC; en la esquina contraria y perdido entre la verde hierba se lee M[ense] Ivnii. El texto latino vertido al español es: En el mes de junio del año del Señor de 1590 [lo] pintó F. Pacheco.
Este cuadro es también conocido como Virgen de Belén. Con una u otra identificación, responde al frecuente tema iconográfico de María amamantando a su hijo. De pie, manto rojo, túnica azul, María, con la luna bajo sus pies, da de mamar a Jesús. Circunda a María un grupo de diez ángeles. Dos de ellos la sobrevuelan sosteniendo una corona dorada sobre su cabeza Virgen; cinco tocan instrumentos músicos (arpa, violín, flauta, triángulo, mandolina) y otro parece cantar con un libro abierto entre su manos; desde la izquierda un ángel coronado presenta u ofrece a María un jarrón con azucenas. En la esquina superior derecha un ángel niño vestido con túnica blanca completa esta escena maternal.