Arco Toral


La capilla mayor está comunicada con la nave central a través de su espléndido arco toral, obra maestra de Diego de Siloé. Su excepcional arquitectura queda complementada por su breve programa iconográfico que remite a los orígenes de la humanidad (Adán y Eva) y a los principios de la Iglesia en España (apóstol Santiago) y en Granada (san Cecilio).

ARQUITECTURA DEL ARCO TORAL

Es este arco —que abre la capilla mayor a la gran nave central— todo un alarde estereométrico. Sus medidas aproximadas son de 32,5 m de altura por 12 m de anchura; el estrechamiento progresivo del intradós hacia la clave del arco armoniza naturalmente con la curvatura interior de la capilla. Es un impresionante arco de triunfo que subraya y preludia el movimiento circular del contorno de la capilla.

Todo un conjunto acorde con la vivacidad de las expresiones curvilíneas: cúpula del tabernáculo, arcos de comunicación de la girola y del deambulatorio secundario, arcos de las pinturas y vidrieras, semiesfera de la gran cúpula central.

ICONOGRAFÍA DEL ARCO TORAL

Sólo cuatro elementos iconográficos ornamentan el arco toral: Adán y Eva, nuestros primeros padres y dos patrones, el de España —Santiago apóstol— y el de Granada —san Cecilio, su primer obispo—. Elementos que —como ya hemos adelantado — nos remiten al principio de la familia humana y a los orígenes de la Iglesia en España y en Granada.

Adán y Eva

Sobre las jambas del arco toral, los bustos de Adán y Eva —padres de la familia humana («llenad la tierra»; Gn 1,28)— colocados sobre los siloescos tondos circulares adornados con grutescos. Son la última obra escultórica de Alonso Cano (1601-1667) y fueron policromados, después de su muerte, por Juan Vélez de Ulloa (fl. 1676), pintor y estofador granadino. Llama la atención en este par de esculturas el énfasis que aplica Cano a las miradas de Adán y Eva. Ambas están proyectadas hacia el interior de la capilla mayor; los ojos del primer Adán y la primera Eva recuerdan la insistencia del relato de la caída: «El día que comiereis del fruto, se os abrirán los ojos», «Apetecible a la vista», «Entonces se les abrieron a entrambos los ojos» (Gn 3, 5.6). Al mismo tiempo, parecen contemplar la historia narrada en la capilla mayor. Ambos bustos reposan sobre peanas de hojarasca canesca realizadas por Juan Puche (fl. 1695-1726).

Santiago y san Cecilio

En el ático en el que descansa el arco toral dos cuadros del granadino José Risueño (1665-1732); repiten un tema iconográfico —pictórico y escultórico— frecuente en el templo:

  • Santiago, patrón de España
  • San Cecilio, patrón de Granada

Ambos patrones aparecen junto a Jesús —con la catedral al fondo— en una calcografía en torno a 1624: Cristo cura la ceguera a san Cecilio y devuelve el habla a san Tesifón en presencia de Santiago. En las enjutas interiores del arco —completando esta breve iconografía — relieves de ángeles con adornos platerescos y la fecha de 1552.