Son escasos los ornamentos del siglo XIX: dos mitras —una en tisú de oro, otra en raso blanco— y el palio procesional utilizado en la solemnidad anual del «Corpus Christi». Son prendas de bordado sobrepuesto; los puntos empleados son: oro atravesado, plata atravesada, matiz, realces en oro y en sedas, cordoncillos (de oros y de sedas), pespunte y laminillas u hojillas de oro. Destaca dentro de ste patrimonio litúgico el palio procesional del «Corpus Christi»
El palio procesional del «Corpus», realizado en raso blanco, está bordado en sedas de colores. La ornamentación está distribuida en tres zonas: el gran motivo central con tema bíblico, la cenefa circundante de todo el conjunto y las caídas con personajes bíblicos.
SIGLO XIX: PALIO. Visión de la cruz
En las caídas del palio se encuentran bordados protagonistas del Antiguo Testamento; debajo de cada una de ellos figura su nombre. En los frentes primero y tercero Noé, Sem, Melquisedec, Abraham, Isaac, Jacob, José, Job, Moisés y Josué. En las caídas del segundo frente, en cada uno de los extremos está el escudo del arzobispo don Bienvenido Monzón Martín Puente (1866-1885), a quien se le considera donante de este ornamento; entre ambos escudos aparecen bordados Zacarías, Agar, Ester, Judit, Rut y Tobías. En el cuarto frente están representados Daniel, Isaías, el templo de Jerusalén, Salomón, David, el arca de la alianza, Elías y Ezequiel.
En las caídas del palio se encuentran bordados protagonistas del Antiguo Testamento; debajo de cada una de ellos figura su nombre. En los frentes primero y tercero Noé, Sem, Melquisedec, Abraham, Isaac, Jacob, José, Job, Moisés y Josué. En las caídas del segundo frente, en cada uno de los extremos está el escudo del arzobispo don Bienvenido Monzón Martín Puente (1866-1885), a quien se le considera donante de este ornamento; entre ambos escudos aparecen bordados Zacarías, Agar, Ester, Judit, Rut y Tobías. En el cuarto frente están representados Daniel, Isaías, el templo de Jerusalén, Salomón, David, el arca de la alianza, Elías y Ezequiel.
El tema bíblico central evoca el episodio de la venganza y muerte de Sansón —uno de los seis grandes jueces de Israel— tal como están narradas en el libro de los Jueces (16,23-31).
La escena refleja el momento en que Sansón, apoyándose en dos columnas, las remueve, las parte y la techumbre del templo de Dagón empieza a venirse abajo.
En cada uno de los lados de la cenefa circundante de la representación bíblica central se muestran escenas alegóricas, una en el centro y otra en cada esquina; enlaza estas composiciones una decoración formada por pájaros, flores y arquitecturas, de influencia oriental, que, con ligeras variantes, se repiten en cada intermedio.
