Ornamentos del siglo XVII-XVIII

ORNAMENTOS DEL SIGLO XVII

No existen en la actualidad ornamentos pertenecientes a este siglo, salvo un par de dalmáticas, sus collarinos y un juego de dos velos humerales o paños de hombros. Están realizados en terciopelo rojo bordados en oro y sedas de diversos colores con ornamentación de imaginería y al romano. Los cuerpos son lisos.

ORNAMENTOS DEL SIGLO XVIII

Los ornamentos de esta centuria conservados en la Catedral responden plenamente al gusto barroco. Están bordados en su totalidad sin decoración de imaginería. De los ornamentos de este siglo se conservan:

  • El terno rojo en raso y bordado exclusivamente en oro
  • El conjunto fúnebre en terciopelo negro bordado en oro y plata
  • El llamado terno del Corpus Christi
  • Una casulla de tisú de plata

TERNO DE RASO ROJO

Este ajuar de vestiduras está bordado exclusivamente en hilo de oro sobre raso rojo. Componen el juego capa, casulla, dos dalmáticas, dos collarines y dos atrileras; además, seis capas, cinco dalmáticas con su collarines, cuatro humerales y una atrilera todo ello formando un conjunto de veintiún ornamentos. Sobre el fondo diversos motivos vegetales trabajados en hilo de oro: Tallos, flores, hojas con diversas formas y tamaños, pequeñas granadas… Es obra del bordador Alejandro Eugenio del Rubio (nacido en 1720 y activo en 1783) y fue donado por el arzobispo Pedro Antonio Barroeta y Ángel (1757-1775).

CONJUNTO FÚNEBRE

Este conjunto litúrgico ornamental —bordado en oro y plata con menudos detalles en sedas rojas y azules— está formado por cuatro frisos rectangulares, cuatro escudos cuadrados y cuatro jarrones de azucenas. Estas doce piezas fueron bordadas por Alejandro Eugenio del Rubio para cubrir el catafalco durante la celebración de las honras fúnebres regias; en la actualidad, se sigue empleando para los funerales de los arzobispos y de algunas personalidades.
Los cuatro paños rectangulares del friso fúnebre están bordados —sobre terciopelo de color negro— con hilos de oro y plata; la labor se matiza con hilos de seda rojos (en los cojines sobrepuestos) y azules (en el dosel del medallón central).
En la ornamentación de estos paños —bien distribuida en torno a los grandes medallones centrales— están bordadas hojas y flores, de formas y tamaños diferentes, enlazadas por tallos.
En uno de los medallones se muestra un tondo que contiene un lecho con dosel azulado y en él, sobre almohadones rojos, una calavera coronada. En otro de los medallones están representados dos esqueletos dentro de un sepulcro del que parten motivos heráldicos: banderas, armas diversas…

CONJUNTO DEL «CORPUS CHRISTI»

Regalo del arzobispo Antonio Jorge y Galbán (1776-1787) formado por 41 piezas: 35 capas, casulla, 2 dalmáticas, 2 collarinos y 2 paños de atril. El juego completo está realizado en glasé de plata y las treinta y cuatro capas compañeras en raso blanco. Todas las piezas bordadas exclusivamente en oro y delimitadas por igual greca de elementos vegetales. Los motivos de la ornamentación —desarrollada con gran uniformidad— es preferentemente vegetal: tallos, flores de formas y tamaños diferentes, espigas de trigo, racimos de uvas, hojas de parra, granadas… Es obra del artífice zaragozano José Gualba (fl. 1777-1778).
En la decoración de las capas destacan sus cenefas delimitadas por una greca como la que bordea cada pieza. Su decoración es un tanto diferente del bordado de los cuerpos. En la parte baja de cada caída está bordado el escudo del arzobispo donante.
En la casulla ha desaparecido la cenefa tradicional; en su lugar, dos ondulados tallos delimitan su espacio. En la parte alta del delantero se representa el pelicano alimentando a sus crías. En la parte superior de la espalda el Cordero sobre el Libro de los Siete Sellos. En la parte baja de ambas caras el escudo del arzobispo donante.
En las dalmáticas están individualizados con galón —análogo al del resto de las piezas— los tarjetones de las bocamangas y de los faldones; éstos están centrados por medallones formados por largos tallos con, una vez más, el escudo del arzobispo donante.
Los collarinos muestran como eje de decoración una granada y en los paños de atril una greca forma los recuadros de los extremos con la repetición del escudo arzobispal.

CASULLA DE TISÚ DE PLATA

Está bordada esta casulla en oro y sedas de colores. Sus motivos ornamentales son predominantemente de carácter vegetal: largos tallos, hojas, diversas flores, racimos de uvas…
Una decoración de gran carnosidad cubriendo de manera uniforme toda la pieza. Las cenefas centrales mantienen su diferenciación gracias a un galón dorado. En la parte superior de la cenefa del delantero en un óvalo está bordada la Inmaculada Concepción.
En el óvalo correspondiente de la espalda está bordado san Juan Bautista sentado a la sombra de un árbol, con una estilizada cruz con guión en la mano derecha y un cordero a sus pies. Tanto en el delantero como en la espalda aparece en la parte baja, entre los elementos vegetales y a cada lado de la cenefa, un ángel mancebo de vistosas alas y policromadas telas.