1582 – 1649 De Vico a Guerrero


Tras la muerte de Maeda en 1576, en 1577 se convoca un concurso para la maestría de la Catedral. La ocupa brevemente Juan de Orea y, tras varias vicisitudes, le suceden en la maestría mayor del templo catedralicio granadino Ambrosio de Vico (1582-1623) y Miguel Guerrero (1636-1649) desde 1582 hasta 1649, un periodo de 67 años.

MAESTRÍA DE VICO (1582-†1623)

La plaza vacante de maestro mayor es ocupada por Ambrosio de Vico; desde 1582 a 1588 en funciones y de 1588 a 1623 como titular. Más de 40 años al frente de la maestría del templo catedralicio; durante ella Vico.

  • termina y maciza la actual torre de las campanas;
  • derriba la torre Turpiana, alminar de la mezquita mayor;
  • labra el segundo cuerpo de la portada del Perdón;
  • levanta los pilares del crucero;
  • cierra las primeras bóvedas;
  • habilita el coro en el centro de la nave principal;
  • dora la capilla mayor;
  • sustituye el baldaquino siloesco;
  • coloca el apostolado, salvo san Pedro y san Pablo.

De todas estas intervenciones del maestro Vico sólo destacamos aquí la terminación de la torre de las campanas y el segundo cuerpo de la portada del Perdón.

La terminación de la torre de las campanas

En los años de maestría de Vico se termina el segundo cuerpo de la torre, se construye el tercero —ambos, como el primero, de planta cuadrada— y se inicia un cuarto cuerpo ochavado; este último cuerpo es derribado, años después, al presentar la torre señales de ruina, quedando así incompleta.

Para consolidar la torre se refuerzan sus cimientos, se macizan los huecos del primer cuerpo y se desmontan todas la bóvedas de la torre, dejándola prácticamente en su estado actual. En 1588 comienza la colocación de sus 16 campanas.

El segundo cuerpo presenta un estilóbato con simple cajeado; sobre él un doble apilastrado jónico en las esquinas, con capiteles reducidos a meros enrollamientos. Entre las pilastras dos hornacinas superpuestas, avenadas, con la charnela abajo, abandonando definitivamente la propuesta siloesca. En los paños centrales se voltean unos finos arcos diafragmas que acogen dobles vanos superpuestos. Arcos de medio punto, remates de pirámides, claves adornadas con ménsulas geométricas completan la ornamentación.

El tercer cuerpo, ligeramente retranqueado, reduce el orden a columnas simples acanaladas en sus dos tercios y capiteles corintios. Entre ellas arco, con ménsula de cartón abierto en la clave, que cobija una estructura tripartita para acoger las campanas.

Tiene el arco central más elevado y el entablamento completo sobre mutilos geometrizantes, parecidos a los del friso del primer cuerpo. Sos arcos laterales más bajos con remate de consola y medallón liso completan esta ornamentación.

El segundo cuerpo de la puerta del Perdón

La fecha de su construcción está indicada en las dos cartelas rectangulares sobre las hornacinas de las calles laterales; en la de la izquierda AÑO y, en la de la derecha: 1610.

Su organización arquitectónica repite el esquema del primero: Columnas corintias adornadas con guirnaldas que brotan de máscaras, hornacinas con charnela arriba. En el gran hueco central, actualmente vacío —lo mismo que las hornacinas— debería figurar la escena de la Encarnación, tema clave y generador en la dedicación del templo —por voluntad del arzobispo fray Hernando de Talavera— y representación primordial en el discurso iconográfico de triunfo, justicia y de perdón no sólo de toda esta portada sino en el conjunto del edificio catedralicio.

La ornamentación escultórica, en relación con la del primer cuerpo, es más pobre en concepto, estilo y factura. En el frontón, bajo el arco central de medio punto, el busto de Dios creador sobre la paloma del Espíritu santo. A ambos lados del arco, David —músico de corte, poeta, rey ideal— e Isaías —consejero áulico y profeta—. Aunque la autoría de estas esculturas está sin documentar, se vienen atribuyendo a Martín de Aranda, asiduo colaborador de Vico en otras obras.

La muerte de Vico en 1623 pone fin a su larga maestría y supone otra prolongada interrupción en la continuación de la edificación del templo. La necesidad de aliviar las deudas y ocuparse de complementos cultuales —coro con nuevo órgano, campanas— demora las obras hasta 1631, año en el que se pretende reanudar el crucero. Es nombrado maestro mayor Ginés Martínez, quien no llega a tomar posesión. Después de una oposición, ocupa el cargo Juan de Aranda y Salazar que, al ser nombrado maestro mayor de la Catedral de Jaén, renuncia a la de Granada en 1636.

MAESTRÍA DE GUERRERO (1636-1649)

En el mes de julio de 1636 es nombrado maestro mayor Miguel Guerrero, experto cantero, que lleva a cabo varias obras.

Durante su maestría se hace la última bóveda del crucero y se cierran las paredes y bóvedas de las capillas del muro perimetral norte. Para las bóvedas de estas capillas elige Guerrero un esquema muy clásico: casetones con rosetas de variados follajes en el centro.

En las ventanas exteriores del muro Norte emplea el modelo de vano usado por Maeda en la primera capilla junto a la torre (la de Nuestra Señora del Pilar), pero eliminando el grutesco en los frisos.

Guerrero remata la portada de san Jerónimo con grandes grifos, óculo central y cartela sobre él con la fecha de 1639. También termina el hastial de la puerta del Perdón y, en 1637 —en el interior del templo— cierra el primer tramo de las cinco naves del cuerpo basilical, colocándose el coro en la central.

En resumen, las aportaciones del maestro Miguel Guerrero (†1649), de carácter menor, no desdicen de las anteriores: Es un claro continuador de la obra de Juan de Maeda en forma más decidida que su inmediato antecesor, Ambrosio de Vico.