Nuestra señora de las Angustias


Esta  tercera capilla —subiendo hacia la cabecera por el lado del  evangelio, muro norte del templo— ha tenido diversas y sucesivas advocaciones: santa  Casilda, Virgen de la Guía,  Sagrado Corazón de Jesús; en la actualidad su titular es la Virgen de las Angustias, patrona de la ciudad de Granada.

El retablo  cerró el coro —trascoro de mármoles— y desde 1929 ocupa este lugar; obra de José de Bada y Parejo (1691-1755),  destacado representante del rococó en  Andalucía oriental. Las cinco tallas en mármol —Nuestra Señora de las Angustias, san Cecilio, san Gregorio Bético, san Pedro Pascual y santo Tomás de Villanueva— son obra del escultor Agustín Vera Moreno († 1760).

En esta capilla hay tres enterramientos de arzobispos que rigieron la diócesis granadina durante los siglos XIX y XX: José Moreno Mazón (1885-1905) en el centro a los pies del altar; Balbino Santos Olivera (1946-1953), alineado con el anterior aunque más próximo a la entrada de la capilla; a su derecha, el enterramiento de Rafael García y García de Castro (1953-1968).  A ambos lados están colocadas dos hileras de siete estalos renacentistas pertenecientes a la antigua sillería del coro catedralicio; sus apoyamanos están tallados en forma de cabezas de león.

TRAZA DEL RETABLO

Es de  1736 comenzando las obras al año siguiente y finalizando en 1741, cinco años después. Debido a su  primer emplazamiento, en el centro del segundo crucero, la estructura arquitectónica del retablo acusa el predominio de la  horizontalidad —su anchura quedaba determinada por la  amplitud de la nave central—  contrastando con la verticalidad lograda mediante muy airosos estípites.  Gran  proporcionalidad en este conjunto retablístico no apreciable hoy ni en su  horizontalidad, por estar quebrado en sus laterales para su acoplamiento y  ubicación actuales, ni en su  desarrollo espacial principalmente en  altura.  En el frente actual del retablo  tres encasamientos  completados, en los laterales, por otros dos; todos ellos delimitados mediante  seis estípites.

El retablo está coronado con remates que prolongan en  altura los estípites y, en el centro, con el jarrón de azucenas, divisa y  timbre de la metropolitana; en su base, en el centro del frontal de mármol el  símbolo del corazón en relieve con los puñales de los siete dolores.  La traza de este retablo —con un material tan característico del barroco altoandaluz como los mármoles policromos— es de gran interés pues ilustra la faceta de Bada como arquitecto decorador. El mármol empleado es rojo con incrustaciones de otros  colores del mismo material.  En el encasamiento central la titular de esta  capilla efigiada en mármol gris y blanco; en los cuatro encasamientos laterales  cuatro imágenes de mármol blanco decorado: san Cecilio, san Gregorio Bético, san Pedro Pascual y santo Tomás de Villanueva.

En este  retablo preciso es destacar la puertecilla del sagrario, adornada con la bella pieza de un mosaico  de piedras duras (san Antonio abad; 29x42cm);  está realizada con la  técnica de la tarsia (incrustación, taracea o embutido); al parecer, las piedras son jaspes de Bohemia.      Por encima de la imagen de la titular destaca, además, otro mosaico (Santa Faz) antes del remate final del encasamiento central.

DESARROLLO ICONOGRÁFICO

El motivo  generador de esta capilla es, evidentemente, el tema mariano, subrayándose el registro del dolor. El retablo está presidido por la imagen —realizada  íntegramente en mármol blanco con incrustaciones en el mismo material en negro,  gris y verde— de Nuestra  Señora de las Angustias. Tras la imagen sedente de la  patrona, observables con cierta dificultad, cuatro estatuas sobre las paredes  del camarín, al parecer de mármol blanco, que, tal vez, representen a las tres  Marías y al apóstol san Juan.  En el Nuevo Testamento aparece siete veces el nombre de María (en hebreo Miriam): la madre de Jesús, María Magdalena, la hermana de Lázaro de Betania, la madre de Santiago el Menor y Joset, la mujer de Cleofás, la madre de Juan Marcos de Jerusalén y una mujer saludada por Pablo.

Junto al dolor de María, se insiste en el tema  mariano mediante el gozo de la vidriera central (La anunciación a María) y se afirma su gloria en un óleo sobre  lienzo de Bocanegra: La asunción de María. Además  del tema mariano y desde un punto de vista iconográfico encontramos otros  temas en esta capilla: cristológico,  historia cristiana de Granada y hagiográfico.

El tema cristológico está representado por  dos obras: un mosaico anónimo y un óleo sobre lienzo de doble atribución.   El mosaico de la Santa Faz o Santo Rostro; esta imagen (Volto santo) aquiropoeta está ligada a  la piadosa tradición de la mujer (vera  icon) que con un paño enjugó el rostro de Jesús cuando se dirigía al  Calvario, camino de su crucifixión y muerte.   La segunda obra de tema cristológico es el óleo sobre lienzo atribuido por unos a José Risueño (1665-1732) y, por otros, a Pedro Atanasio Bocanegra (1638-1689): Nuestro Señor Jesucristo,  salvador del mundo; sostiene Jesús, sentado, con su mano izquierda la bola del mundo rematada con una cruz y con su mano derecha lo bendice.

Continúa  el desarrollo iconográfico con cuatro estatuas talladas en piedra —todas ellas obra de Agustín Vera Moreno— de  obispos santos  relacionados con la historia cristiana de  Granada.

Dos obispos, en primer lugar;  nos remontan a los primeros siglos de la Iglesia en Granada: San Cecilio, su fundador  según venerable tradición y el  primer obispo  atestiguado documentalmente san Gregorio Bético,  presente en el Concilio de Elvira (hacia 296-302), autor del comentario latino más antiguo conocido sobre el libro véterotestamentario del Cantar de los cantares.

Se completa esta serie de obispos santos con el mercedario san  Pedro Nicolás Pascual, obispo de Jaén, hecho prisionero en Granada y degollado  en 1300 durante el reinado de Mohamed II y con el «obispo de los pobres», santo Tomás de Villanueva, agustino que trabaja en Granada entre 1526 y 1531,  arzobispo de Valencia desde 1544, decidido reformador de la Iglesia y de las  costumbres (1486-1555).

El tema hagiográfico —completando los temas mariano, cristológico e histórico— está formado por cuatro santos: dos  tallas en madera, un óleo sobre lienzo y un mosaico de piedras duras.  En las  tallas una, ricamente policromada de la escuela granadina del XVII  representando a San Pablo; y, otra, El  martirio de san Sebastián, talla de la primera mitad del XVII. En el lienzo  —del siglo XIX— aparece San Francisco Caracciolo adorando la Eucaristía. Por último,  en el mosaico de piedras duras, de autor anónimo, La tentación de san  Pedro, Abad.

LAS VIDRIERAS

Para completar el alhajamiento de esta capilla a la que acababa de ser trasladado el trascoro, el propio cardenal Casanova (1921-1930) costea el juego de las tres vidrieras superiores. El conjunto  —de gusto ecléctico— es realizado por la casa Maumejean (Madrid) entre 1925 y 1930 sobre diseños de Ricardo García Guereta, arquitecto director de las obras de la Catedral.
Las vidrieras laterales —meramente decorativas— son rectangulares (2,18×1,01 m) y  de traza geométrica con símbolos pasionistas. El tema  de la vidriera central de medio punto (3,47×1,90 m) representa la escena evangélica de la anunciación del ängel Gabriel a María.

LA MEDIA REJA

Esta media reja cubre los 10,21 m de la embocadura pues está montada sobre las basas de la semicolumnas que separan las capillas. Por sus detalles ornamentales (bolas, puntas, flores) es más parecida a las que cierran los altares pétreos de Siloe (bolas, puntas, granadas). Despliega en su remate un texto latino del libro vétero testamentario de las Lamentaciones, que, distribuido letra a letra, dice: O vos omnes qui transitis per viam attendite et videte si est dolor sicut dolor meus.