En un solio imperial alfombrado de azul ultramar cubierto con colgaduras verde oliva, Constantino —coronado de laurel, con manto grana sobre su armadura militar, cetro imperial en su mano derecha— recibe a su hermana Constanza. Viste Constanza una larga túnica blanca llena de pliegues y lleva en su mano derecha un ramo de flores. Otros dos personajes completan esta escena un tanto hierática, distante, fría: un anciano —cubierto con amplio manto blanco con greca roja y calzado con detalles rojos— y una matrona en blancos y azules.
En un solio imperial alfombrado de azul ultramar cubierto con colgaduras verde oliva, Constantino —coronado de laurel, con manto grana sobre su armadura militar, cetro imperial en su mano derecha— recibe a su hermana Constanza. Viste Constanza una larga túnica blanca llena de pliegues y lleva en su mano derecha un ramo de flores. Otros dos personajes completan esta escena un tanto hierática, distante, fría: un anciano —cubierto con amplio manto blanco con greca roja y calzado con detalles rojos— y una matrona en blancos y azules.