El templo catedralicio es parte de un vasto conjunto urbanístico, arquitectónico y cultual: La parroquia del Sagrario, estribada a la fachada sur de la Catedral y, en la calle Oficios, la Capilla Real, la Lonja, el colegio de san Fernando, con dependencias auxiliares varias.
Comienza nuestro recorrido en la Plaza de las Pasiegas. Su nombre, desde 1807, se atribuye a las pasiegas vendedoras de tejidos; antes, recibió el nombre de Plaza de las Flores por el mercado allí establecido hasta su reinstalación de los puestos de las floristas en la próxima plaza de Bib-Rambla.
En 1680 el arzobispo Alonso Bernardo de los Ríos (1677-1892) inicia el derribo de los colegios edificados sobre ella para dar vista frontal a la fachada de la Catedral.
Seguimos por la calle Cárcel Baja pasando ante las puertas de san Jerónimo, Perdón y Ecce Homo y, antes de llegar a esta tercera puerta, por la torre del reloj o de san José. Ante la fachada de la Catedral, según la plataforma de Vico (1613), tres colegios: Colegio Real, Colegio de san Miguel y Colegio de santa Catalina mártir, de fundación imperial, diseñados y puestos en funcionamiento por el quinto arzobispo de Granada, Gaspar de Ávalos (1485-1544).
En la descripción de esta monumental fachada barroca conviene destacar dos aspectos: primero, su arquitectura y decoración y, segundo, su programa iconográfico. Ambos están íntimamente ligados al simbolismo —arquitectónico e iconológico— del recinto interior del templo.
A estos dos aspectos preciso es añadir, para acercarnos a la más plena comprensión del contenido cristiano de esta fachada, el simbolismo de la puerta y el simbolismo de la luz.