Al servicio de la vida de la Catedral está el cabildo, una comunidad de presbíteros cuyas actividades, reguladas en sus Estatutos. abarcan el culto litúrgico y las tareas pastorales, la conservación del patrimonio artístico e histórico, la administración de los bienes temporales y la celebración de las funciones litúrgicas.
Según el vigente Código de Derecho Canónico «El cabildo de canónigos, catedralicio o colegial, es un colegio de sacerdotes, al que corresponde celebrar las funciones litúrgicas más solemnes en la iglesia catedral o colegiata.»
Antecedentes históricos
El origen de los cabildos suele situarse hacia el siglo IV cuando grupos de presbíteros y diáconos se reunían en torno a un obispo adoptando una regla monástica y llevando una vida en comunidad. Durante los siglos IX y X se produce un hecho importante: A la función u oficio propio de los miembros del cabildo se le suma la percepción de una renta o beneficios. A lo largo de los siglos XI y XII los cabildos quedan plenamente constituidos. Como todo órgano colegiado, el cabildo es un grupo cuyos integrantes asumen distintas funciones.
Actividades complementarias
Junto a la primera, principal y determinante actividad litúrgica, desempeña el cabildo catedralicio otras tareas encomendadas por el derecho o por el obispo diocesano.
El archivo, memoria documental
En el archivo del templo metropolitano de Granada está conservada y custodiada una documentación secular generada por las distintas actividades peculiares del cabildo; tanto el desempeño de sus tareas pastorales como la administración de sus bienes temporales van produciendo un amplio y variado conjunto documental.
Así, el archivo de la Catedral granadina, como cualquier otro archivo, es un centro activo de creación y conservación de los más diversos tipos de documentos desde hace cinco siglos.
