La Catedral de Granada es un templo de grandes dimensiones; sus medidas son de 115,40 m de longitud por 65 m de anchura, según Rosenthal, quien modificó los 67,25 m tradicionalmente aceptados. A la admiración de la belleza de los espacios interiores catedralicios preciso es añadir la contemplación de su contorno urbano y arquitectónico.
La Catedral, expresión de fe y centro urbano.
Todo el exterior de la Catedral, con el espectacular escalonamiento de los contrafuertes de su cabecera, tiene un doble sentido: religioso y urbano; es la Catedral, al mismo tiempo, símbolo del triunfo de la fe cristiana y núcleo urbano en cuyo alrededor se configura una nueva idea y plasmación de ciudad renacentista.
Del costado norte de la Catedral parte el eje de la calle de san Jerónimo, en el que la cúpula de la iglesia de los jesuitas —hoy, parroquia de los santos Justo y Pastor, niños mártires— marcará pronto un hito en el recorrido hasta el lugar motivo de la venida de Siloe a Granada: el monasterio de san Jerónimo.
La Catedral, dentro de un conjunto monumental
La vasta edificación catedralicia forma parte de un impresionante conjunto monumental: Capilla Real, Lonja, parroquia del Sagrario, Colegio de san Fernando, más casas y dependencias varias catedralicias y parroquiales. En su entorno nos encontramos, además, con el edificio de la primera universidad cristiana de Granada, —Curia Eclesiástica desde 1769; hoy, Centro cultural Nuevo Inicio— y el palacio arzobispal.
Este conjunto en el actual centro urbano de Granada está rodeado por la calle Oficios, la plaza de Alonso Cano la plaza de las Pasiegas, el Pie de la Torre, la calle Cárcel Baja, la placeta de Diego de Siloe, el pasaje de Diego de Siloe y por la Gran Vía de Colón, desde la que se accede a la Catedral para la visita turística.
Nuestro itinerario
Comenzando desde la plaza de las Pasiegas, admiraremos la fachada principal de la Catedral; siguiendo por nuestra izquierda, nos detendremos en la torre campanario para continuar, calle Cárcel Baja arriba, viendo las puertas de San Jerónimo y del Perdón y, ya desde la placeta de Diego Siloe, la torre del reloj o de san José y la puerta del Ecce Homo.