Es la música una de las más antiguas artes de la humanidad: Floreció en la antigua China; tuvo un importante papel en las culturas egipcia, griega y romana; aparece en el Antiguo y en el Nuevo Testamento.
Por ello, desde los tiempos más remotos suele subrayarse la relación de la música con el culto religioso.
Históricamente, en Europa, el temprano desarrollo de la música está estrechamente ligado a la vida de la Iglesia. Ya en el Antiguo Testamento el Cronista enumera veinticuatro clases de cantores que interpretaban acompañados de cítaras, salterios y címbalos (1Cro 25).
En las introducciones a algunos salmos se hacen anotaciones para el acompañamiento instrumental: cuerda, flautas, oboes, arpa, laúd de seis cuerdas; también se indican las tonadas, melodías o aires a usar en el canto del salmo: «La cierva de la aurora», «Lirios es el dictamen», «Para el consuelo matinal». «¡Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; cantadle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones!» (Sal 33,2-4)
En los primeros siglos del cristianismo el canto era considerado como una forma de oración, aunque no haya constancia documental para estos tiempos del uso de instrumentos musicales. Orígenes (h 185-h 253) comparó a la Iglesia con un órgano y el papa San Gregorio Magno (540-604) lo consideró como símbolo de la «Sancta Prædicatio»; fue este Papa —iniciador de una reforma para conseguir una liturgia común a todos los cristianos— quien mandó recopilar los cantos existentesy crear algunos nuevos. Así se estableció el primer núcleo de lo que, años más tarde, se denominaría canto gregoriano, repertorio musical que fue completádose a lo largo de la Edad Media especialmente durante los siglos VII, VIII y IX, Enriquecimiento del canto llano Hacia fines del IX y comienzos del X empieza enriquecerse el canto llano: tropos y primeros intentos de polifonía.
Los centros culturales del Ars Antiqua son los monasterios y, ya en los siglos XII y XIII, las primeras escuelas catedralicias.
Con el Ars Nova (siglos XIV y XV) encontramos nuevas formas musicales: el motete y el canon. En este momento de la historia musical europea comienza la construcción de la Catedral de Granada; nos detendremos en sus órganos, en sus libros corales y, muy brevemente, en su archivo de música.