El grupo de obras más numeroso del patrimonio de platería en el tesoro catedralicio pertenece al siglo XVIII. Aquí sólo serán presentadas algunas de sus piezas, las de mayor interés, lleven o no lleven marcas de plateros y marcadores; en concreto:
- Bernegal para el bálsamo del Jueves santo
- Fuente circular con gallones
- Pareja de atriles del arzobispo Moscoso
- Tres jarrones aguamaniles
- Jarrón aguamanil con tres fuentes
BERNEGAL PARA EL BÁLSAMO DE JUEVES SANTO
Pieza donada por el arzobispo Ascargorta (†1719). En el siglo XVII se generalizaron los bernegales, útiles para beber. Por su peso y medidas no parece que el ejemplar de la Catedral granadina se dedicara a tal menester. La pieza está realizada de propósito para la función de contener y conservar el bálsamo en la misa crismal del Jueves santo (inventario de 1715 con agregaciones en 1734); anteriormente se aplicaron para este mismo uso una bujeta, una escudilla y una cazolica.
Este utensilio litúrgico se le cita por primera vez en el inventario de 1715. Por ello, su fecha debe girar en torno a los comienzos de la segunda década del XVIII, siempre que no fuera pieza de la vajilla personal del prelado. Y si se labró expresamente para el crisma lo normal es que su hechura correspondiera a algún platero local.
Es el crisma uno de los óleos sagrados de la Iglesia católica usado en celebraciones sacramentales (bautismo, confirmación) y en varias consagraciones (episcopales, cálices, templos). Se forma mezclando aceite de oliva (símbolo de la fortaleza) con una pequeña cantidad de bálsamo cuyo aroma evoca el suave olor de la vida cristiana. La unción con el crisma sagrado representa la plena difusión de la gracia.
FUENTE CIRCULAR CON GALLONES
Otra pieza de interés del patrimonio catedralicio del XVIII es una fuente circular con gallones; su decoración con flores y hojas nos sitúan dentro del repertorio ornamental propio del barroco pleno. Esta pieza al llevar, afortunadamente, sus correspondientes marcas —artífice y marcador— permiten determinar procedencia y su fecha.
La marca del artífice corresponde al platero granadino Diego Ruiz Velázquez que solicitó examinarse de maestro en 1723: DIEGO, con la I y la E unidas y punto sobre la primera.
La marca del marcador está formada por una granadilla y FPez (con la P dentro de la E y la z sobre la e) y cronológica 34. Corresponden a Francisco Pérez quien, al parecer, ocupó el cargo desde 1730 a 1734, lo cual permite datar esta pieza con bastante precisión.
PAREJA DE ATRILES DEL ARZOBISPO MOSCOSO
Este par de piezas granadinas de gran calidad fueron donadas por el arzobispo Moscoso (1789-1811) y labradas por Francisco Franco de Sarabia (†1786), artífice con amplio catálogo de obras. En este par de piezas el artista adopta una concepción dinámica rococó, pero sobria a la par que elegante, en plena correspondencia con la contención y simplicidad de los nuevos gustos neoclásicos.
El estudio de las marcas, tanto de la personal del platero Franco de Sarabia como la del marcador, sitúa con exactitud la fecha de hechura de estos atriles en 1786, año que sorprende por la modernidad que añade a los mismos. En esos momentos sigue vigente la decoración rocalla en las obras de muchos plateros andaluces. Tal ornamentación ha desaparecido por completo en este par de atriles.
TRES JARRONES AGUAMANILES
Entre las piezas de la orfebrería de este siglo se conservan varios aguamaniles, jarrones con pico para verter agua en palanganas o pilas para el aseo —profano o litúrgico— de las manos.
Las piezas mostradas en la ilustración proceden de diversas ciudades españolas: Madrid, Barcelona y Sevilla.
El jarrón de la izquierda lleva la marca personal del platero madrileño José de Pita y Arteaga (PITA) y fue labrado entre 1733 y 1742. Las marcas del jarrón central remiten a Barcelona y al platero Salvador Peradaltes que debió labrarlo hacia 1770. Las marcas del tercer aguamanil —derecha— sitúa su hechura en Sevilla; la del artífice corresponde a Juan Bautista Zuloaga, platero documentado desde 1742 a 1782.
JARRÓN AGUAMANIL CON FUENTES
Las últimas piezas de la orfebrería catedralicia granadina del XVIII son un aguamanil y tres fuentes idénticas.
El conjunto está labrado en Arequipa (Perú), donde nació Juan Manuel Moscoso y Peralta —rigió la arquidiócesis granadina desde 1789 hasta 1811— donante de este juego de plata y plata dorada y mecenas de la capilla neoclásica dedicada a san Miguel arcángel donde yacen sus restos.
El rasgo más característico de estas cuatro piezas de orfebrería es su sincretismo de imágenes y significados junto a la persistencia de motivos tardorrenacentistas europeos en los repertorios decorativos —aunque reelaborados por el fenómeno del mestizaje— de los plateros del Perú virreinal.
El aguamanil es de cuerpo periforme muy estilizado; tiene boca de perfil alabeado y escotadura cerca del asa en forma de ese con curva en el arranque. Es interesante la ornamentación en la parte baja del aguamanil; simula ondas marinas de las que surgen, en los costados, sendos mascarones masculinos de largas barbas y con larguísimas cabelleras.
Las fuentes presentan en su ornato dos detalles singulares: en su fondo el motivo cruciforme —flor de grandes pétalos de aspecto rocallesco— y, a lo largo de todo el borde, el tallo ondeante con semillas que parecen ser de granadillas, fruto autóctono de origen andino. En el centro de las fuentes y en el eje del pico del aguamanil el escudo del arzobispo Moscoso.